Impone respeto el volumen biográfico de Antonio Pérez,
secretario privado de Felipe II durante muchos años, conocedor de sus secretos,
sus dudas y sus fracasos, y finalmente víctima no inocente de su fría venganza.
Se trata de una biografía modélica, en cuanto que no deja documento por remover
para contar lo que sucedió en la relación de Antonio con Felipe II, cómplices
en el asesinato por razón de estado de Antonio Escobedo, secretario a su vez de
Don Juan de Austria, hermano del Rey.
Paso a paso nos va narrando la vida de Antonio, hijo de otro
secretario en este caso del Emperador Carlos, que transmitió a su hijo su
conocimiento del servicio cortesano, así como la amplia formación humanística
que necesitaba. También le hizo viajar, en especial a Italia. Gran interés
tiene también la amistad política de Pérez con la Princesa de Éboli, amistad a
la que Marañón niega otra interpretación más íntima.
La biografía nos habla
de la esposa e hijos de Antonio Pérez , de sus casas y riquezas, de sus
relaciones con nobles y eclesiásticos, con nacionales y extranjeros. Pero en
especial de su simbiosis con el modo de trabajar del Rey Felipe, minuciosa y
escriturera,de su modo de facilitarle el trabajo, dirigiendo en cierto modo su
voluntad, al conocer sus escrúpulos y miedos, y el gran sentido que tenía de su
dignidad.
Una vez pierde la confianza del Rey, su vida se convierte en
una continua huida, primero a Aragón, protegido por sus fueros, donde encuentra
muchos amigos. Finalmente, cuando la Inquisición interviene, huye a Francia,
donde también obtiene protección real, y donde muere, solo y desterrado.
Una biografía a la vez técnica e histórica, y bien narrada
por ese gran intelectual que fue Gregorio Marañón.
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