sábado, 13 de enero de 2024

LAS BRUJAS Y EL INQUISIDOR

 


Elvira Roca Barea

Espasa

Soy admiradora de Elvira Roca Barea, colega que ha demostrado independencia de criterio frente a la presión de nuestra auto leyenda negra. Leí que la Imperiofobia, aunque me costó un poco, y después me gustó mucho su Fracasología.

Las brujas y el Inquisidor no es propiamente una novela, sino un ensayo con formas narrativas en el que toma un asunto como modelo de la tesis que propone. Las brujas de Zugarramurdi fue un caso escandaloso que se dio en la alta Navarra a comienzos del XVII.

Roca Barea novela el caso del Inquisidor encargado, Alonso de Salazar, que intenta imponer el sentido común y razonar ante la histeria colectiva y la credulidad de las propias autoridades.

El inquisidor en un principio fracasa en su intento de evitar un auto de fe. Sin embargo, sus propuestas triunfarán a la larga, y se convierten en el criterio oficial ante casos similares. De esta forma impiden que en España se produzcan las cacerías de brujas y hechiceros que abundaron en otros países europeos, precisamente los que más cargaron después contra la Inquisición española.

La autora se detiene morosamente en la descripción de personajes y escenas, y muestra sus grandes conocimientos de historia y costumbres. Pero con buen criterio y mejor gusto no se para en describir las absurdas escenas de brujerías demoniacas, que otros describen con horror y delectación. El protagonista, hombre razonable y silencioso, no quiere contribuir a este despropósito.

Como novela diría que es algo incompleta, pero como relato de un hecho histórico y sus causas resulta apasionante .Además es de admirar que alguien se salga del consenso antiespañol.

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