Isabel San Sebastián
Ya sabemos cuánto han proliferado en los últimos años las
novelas históricas o pseudo históricas que intentan arrojar luz sobre nuestra
Alta Edad Media, esa gran desconocida. Ante la escasez de datos, son frecuentes
las historias inventadas, así que no les hagamos mucho caso en cuanto a la
precisión, pero con frecuencia nos acercan a acontecimientos y mentalidades que
han conformado nuestro presente.
La periodista Isabel San Sebastián se ha adentrado varias
veces por estos andurriales, con notable éxito de ventas. En esta novela recrea
la peregrinación que el Rey Alfonso II de Asturias y Galicia (lo que entonces
se llamaba Castilla) hizo en el siglo VIII
de Oviedo a lo que hoy es Santiago de Compostela, con el íntimo deseo de
comprobar lo que afirmaba el Obispo Teodomiro: que en esas tierras del
Finisterre había aparecido la tumba de Santiago, el Apóstol de Cristo.
La narración se pone en la pluma de una dama de la corte,
Alana, viuda de un noble guerrero, que se incorpora al séquito del Rey también
con el fin de ver el estado de salud de su hijo menor, Rodrigo, entregado de
niño a un monasterio gallego para su educación.
La narración sigue los hitos del difícil viaje por las
montañas cántabras y va introduciendo elementos novelescos hábilmente
entremezclados con los escasos datos históricos que se conocen.
En mi opinión, la novela resulta muy lograda, capta el
interés y lo hace con un estilo directo, más periodístico que literario.
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