viernes, 14 de octubre de 2016

SHINUÉ EL EGIPCIO DE MIKA WALTARI




La novela del finés Mika Waltari se publicó en 1945  con un éxito tremendo. Fue traducida a 40 lenguas y no se ha dejado de reeditar. Fue lectura apasionada de al menos una generación, pero hoy hay que redescubrirla. Su trasfondo histórico es la XVIII dinastía egipcia, unos 1300 años antes de Cristo, en especial el reinado del Faraón Akenatón, que gobernó Egipto durante 17 años e intentó un profundo cambio político-religioso: declarar único dios a Atón-el dios sol-,y negar al gran dios de Tebas, Amón, el victorioso, en cuyo nombre los sacerdotes gobernaban, y bajo cuya protección el pueblo se consideraba seguro. El Faraón trasladó la capital de la nación a la Ciudad del Horizonte de Atón, actual Amarna, erigida en medio del desierto, junto al Nilo, y desaparecida como por magia al poco tiempo de la muerte del Faraón.
Con este trasfondo histórico, Waltari crea su protagonista, un médico inteligente y honrado, hijo adoptivo de un cirujano de pobres en Tebas y de su compasiva esposa, que rescatan al niño de una cestita de cañas en las orillas del Nilo. Una vez aprendidas las artes médicas en el Templo de Amón, Shinué se acercará a la corte gracias a la protección del Trepanador real, que le enseña su arte. Conocerá entonces la ceguera del amor, que le llevará a desconfiar de la belleza femenina, verá morir por su culpa a sus padres, y creará los lazos de amistad que permanecerán a lo largo de su vida: el guerrero Horemheb y al artista Thotmés. Pero especialmente conocerá al nuevo Faraón, epiléptico y místico, enfermizo e iluminado, al que acompañará como médico y cuyos encargos cumplirá con sus viajes por el Mediterráneo.
En efecto, durante unos años, Shinué viaja por el mundo, valiéndose de su arte médica y mandando valiosas informaciones a Horemheb, Jefe del ejército del Faraón. Vive en Babilonia, en Creta, en el país de los hititas y en el de Mitanni.  Sus viajes están llenos de aventuras. Finalmente regresa a su añorado país de Kemi, porque "quien ha bebido agua del Nilo no puede saciar su sed en ningún otro río".Entonces se produce el tremendo fracaso de la religión del Faraón, su empeño por eliminar a los otros dioses y conducir a su pueblo a una religión más pura e igualitaria. El pacifismo del Rey desemboca irónicamente en tremendas violencias, muertes y enfrentamientos que llevan a su esposa, Nefertiti, hija de su visir Ai a procurar su muerte, Y será el propio Shinué el que proporcione a Akenatón  la droga que lo llevará a su sueño eterno en el Valle de los Reyes. La ciudad del Horizonte desaparecerá bajo el desierto, como si nunca hubiera existido.
Aún hará Shinué, ya viejo, algunos servicios más a la corona, ceñida ahora por el Rey niño Tutankamón. Pero finalmente será desterrado a la costa del Mediterráneo, bajo custodia, por el nuevo Faraón, su amigo Horemheb, casado con la Princesa Baketamón. Allí, en soledad, escribirá sus memorias, según afirma, no para los dioses ni para los hombres, sino para sí mismo.
Porque Shinué guarda un secreto, que su presencia en la corte le ha permitido conocer. Él es, muy probablemente, hijo del viejo Faraón, Amenofis III y de su esposa niña Tadu-Hepa, Princesa de Mitanni. La envidia de la que sería Gran Esposa Real, Tiy, le condena a ser arrojado al Nilo, por haber nacido antes que su propio hijo, el que será Akenatón. Así que Shinué sabe que pudo ser Faraón, pero sólo fue un hombre solitario y libre, que se permitía a sí mismo preguntarse el porqué de las cosas. El hombre reflexivo, que se dio a sí mismo un criterio moral, que se desengañó de los dioses y sus mentiras e injusticias, y cultivó la amistad y lealtad con personas humildes y con Reyes. El hombre que amó apasionadamente a su patria-la de las tierras negras-y conoció el mundo entonces conocido.
EL RELATO DEL MÉDICO EGIPCIO
Han dicho bastantes egiptólogos, que la novela de Waltari recoge magníficamente lo que se sabe del mundo egipcio: historia, mentalidad, costumbres, creencias…El relato está muy bien entrelazado. Consta de 15 libros con unidad temática, subdivididos en capítulos. Está narrado en primera persona, como quien escribe sus memorias, sin que se vean dudas ni desfallecimientos en la historia. Shinué se muestra como un observador atento de la realidad, pronto a describir paisajes, ciudades,, casas y palacios. También los personajes están muy bien definidos, incluso por su modo de hablar, como por ejemplo el esclavo Keptah, un tipo pícaro, práctico y sin escrúpulos, pero siempre fiel a su amo el médico.
Su oficio de cirujano y su natural compasivo llevan a Shinué a vivir entre el pueblo de Tebas, cerca del río. Pero también en los palacios intenta mantener su integridad, aunque sabe que la política es el reino de la mentira. Por eso simpatiza con el Rey "loco" Akenatón, que lleva a su pueblo al hambre y a la destrucción, queriendo implantar su bella utopía de fraterna igualdad. Junto a los cortesanos aparecen los sacerdotes de Amón, los guerreros, los comerciantes y las mujeres, unas buenas y compasivas, otras lascivas y vengativas, como la bella Nefernefernefer.
El lenguaje el elegante y correcto, y la acción y los diálogos, siempre bien trabados. Fondo y forma se unen para configurar una de las mejores novelas históricas de nuestro tiempo, una novela sobre un mundo misterioso que nos lleva a comprender mejor la naturaleza humana tan similar siempre a sí misma.



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