jueves, 27 de agosto de 2015

UNA ISLA DESAPARECIDA



 El autor, viajero inglés, nos cuenta que, tras regresar de las Antillas, se encuentra  con calma en la isla griega de Mitilene. Allí  entabla conversación con una anciana dama francesa, Berthe de Rennes, que tiene  fijada su residencia en la isla y se dedica a pintar .Invitado a su casa, llama su atención un gran cuadro que representa la isla antillana de Saint-Jacques .En los siguientes días, Berthe relata al autor las circunstancias en que pintó aquel paisaje.

En efecto, en su juventud, Berthe embarcó desde Francia para la isla donde iba a cuidar a los hijos del principal representante de la oligarquía criolla, con el que estaba lejanamente emparentada. Allí vivió los seis mejores años de su vida.

Pero en su sexto año, en la fiesta de carnaval, el volcán Salpetrière que dominaba la isla entró en erupción. Sólo una concatenación de extraordinarios acontecimientos permitió a Berthe ser testigo de la catástrofe desde un barco amarrado a puerto, y salvar así la vida.

La extraña historia de la Isla de Saint-Jacques des Alisées capta por completo al lector. Situada en el Caribe, entre las islas de Guadalupe y Dominica, fue descubierta por Colón en su segundo viaje. La llamó Santiago de los vientos Alisios.

Relegada al olvido, se estableció en ella un aventurero francés-el chevalier du Plessis-y la anexionó a Francia. Exterminó a los habitantes caribes, llevó esclavos negros y llamó a segundones franceses a colonizarla. Se convirtió en un lugar próspero, con un gobernador enviado desde Francia y una oligarquía enriquecida en constante comunicación con la metrópoli.

Se construyeron palacios, Iglesias, puerto, muelle, calles, balaustradas y se creó un estilo de vida y de lenguaje.

La breve novela se centra en el día de la tragedia, día de fiesta de Carnaval, en el que todo es alegría y nada hace sospechar lo que se avecina. Las luces y explosiones de los fuegos artificiales se confundirán con la explosiones y luces que expele el volcán.

La obra fue publicada en 1953.El autor, inglés, fue un gran viajero, y escribió sobre sus viajes. Esta es una de sus pocas novelas .El lenguaje es riquísimo, incluso traducido está lleno de fuerza y color, tanto en la descripción del ambiente como de los personajes. La estructura de la novela-una narración que recoge un narrador - resulta muy convincente.

En conjunto, una novela breve, interesante y bien escrita.      
 

Patrick.L.Fermor

Los violines de Saint- Jacques (Una historia antillana)

Ed Tusquets 2006
 

 

 

 

 

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