Esta película americana de 2011 fue candidata a varios Oscars
y recibió encendidas alabanzas. Su protagonista es un aceptable George Clooney.
Y su Director Alexander Payne.
El título plantea desde el principio al espectador un
equívoco: al ver “Los descendientes”, fijamos nuestra atención en las hijas del
protagonista. Dos chicas de 17 y 10 años. Sin embargo, los descendientes en
realidad son el protagonista y sus primos, herederos de unos parajes idílicos
en Haway, lugar en el que se desarrolla la acción. Aunque si no fuera por la
música hawaiana de fondo, podríamos estar en cualquier ciudad costera
americana.
Mientas se plantea la duda de mantener vírgenes esos terrenos
o venderlos a especuladores, el protagonista pasa por el duro trago de ver a su
esposa en coma irreversible por un accidente deportivo. En esos días de espera
ante la muerte inminente, el protagonista llamado King se entera de la
infidelidad de su esposa, e intenta
recuperar a sus hijas.
La educación de las niñas, la muerte cercana, la rebeldía de
la mayor y el desparpajo de la pequeña, la búsqueda del amante, los suegros,
los amigos, los primos, la venta de los terrenos…tales son los temas que se van
desgranando con aire de realismo y sencillez.
Por sus implicaciones éticas y culturales, la película
resulta interesante.
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