lunes, 3 de febrero de 2014

“EL TIO VANIA”DE ANTÓN CHEJOV


 

 

“Si el arte es tan bueno es porque no tolera la mentira”.Antón Chejov (1860-1904) ama la verdad desnuda de las cosas, lo que se oculta tras las apariencias, la posición y el qué dirán. Su obra literaria consiste en un desvelamiento sincero de lo que de verdad ocupa y preocupa a las personas, a las familias, a los pueblos.

Médico de profesión, escritor de vocación, Chejov trabaja como un loco para ayudar a su modesta familia, para pagarse sus estudios y los de sus hermanos, para sobrevivir dignamente. Hace en Siberia un profundo estudio médico sobre las condiciones de vida extremas que impone el rigor meteorológico y el político. Y escribe, en especial, narraciones breves que publica en diversas revistas a tanto la línea, y que son extraordinarias por su concisión, sencillez y humor socarrón.”El oso””La petición de mano””La boda””El álbum””El beso””Los perjuicios del tabaco” y centenares más, que nos dan un retrato realista de la Rusia de los zares. Nadie debería perderse el festín que supone leer una antología de los cuentos de Chejov.

A partir de 1895 dedicará su atención al teatro, mejor remunerado.”La gaviota”, su obra más conocida, tiene como protagonista a un joven Konstantin , hijo de una actriz famosa, que quiere destacar como escritor. También anhela el amor de la joven Nina. En la casa de campo de la madre se organiza una representación casera de una obra del futuro autor. El fracaso es completo; Konstantin, por aburrimiento, mata una gaviota junto al lago; entretanto  Nina ha sido seducida y abandonada por Trigorin:es la nueva gaviota. El protagonista se suicida.

En “El jardín de los cerezos” y “Las tres hermanas”, Chejov muestra que la gente común vive cosas comunes. No  grandes tragedias, sino pequeños dramas, a veces ridículos. En su teatro, las conversaciones no versan sobre importantes temas de la humanidad, sino sobre banales lugares comunes como el tiempo, la comida o la salud. Tampoco se viven grandes amores, sino situaciones normales de amor y desamor, ilusiones, intereses, pasiones, acostumbramientos…

La obra más atractiva, según mi criterio, del teatro chejoviano es “El tío Vania”.De nuevo nos muestra una casa de campo y una familia rusa amplia que depende para su economía de la finca y sus cultivos. En ella, junto a la excéntrica madre, viven el tío Vania y su sobrina Sonia. Ambos se ocupan de enviar cuidadosamente el dinero que le corresponde al cuñado de Vania y padre de Sonia, el Profesor Serebriakov, que a la muerte de su esposa ha contraído un segundo matrimonio con la joven y bella Elena.

Es verano y están todos en la casa. Atraído por Elena, se les une a diario el doctor Astrov .Elena es bella y fría, y solo la música del piano es su refugio. Sonia no es hermosa, pero sí buena  y generosa por dentro. Ama sin esperanza a Astrov, y percibe que también Vania-gordo, casi viejo,bebedor-se ha vuelto loco por Elena.

Poco sucede, pero todos arden por dentro. El Profesor con sus dolores insoportables y su ego insaciable; Elena, con su soledad y su compasión por Sonia, su hijastra; Astrov y Vania con su pasión incontrolable; Sonia con su desengaño…sólo la vieja criada Marina pone un bálsamo de piedad en tantos corazones rotos.

La tormenta de verano que estalla, simboliza la que tendrá lugar dentro de la casa, en una reunión de familia en la que acaban apareciendo las pistolas. Tras la tensión, vuelve el sosiego . El Profesor y su esposa se van; Astrov ya no vuelve; sólo Vania y Sonia reanudan su monótona vida campestre, con el esfuerzo ingente de poner esperanza en sus vidas malgastadas.

Los dos temas de “El tío Vania” son universales; por un lado, el desengaño de emplear la vida en servicio de quien no lo merece ni lo agradece. Y, después, el tema de la belleza exterior e interior, y sus condicionamientos.

En el año 1995,Anthony Hopkins dirigió y protagonizó una adaptación de “El tío Vania”, que tituló “August”. Siguió muy de cerca la obra original, pero cambió algo fundamental: la localización. Situó la acción en el norte de Gales, en el Reino Unido, donde trascurre la apacible y monótona vida de Levan Davis y su sobrina Sian. La trasposición del alma rusa y su peculiar idiosincrasia a Inglaterra resulta , cuando menos, extraña y confusa. Sin embargo, la película merece verse.

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