miércoles, 18 de mayo de 2011

EL GATOPARDO

El autor de esta  inmortal novela fue un noble siciliano Giuseppe Tomasi di Lampedusa (Palermo ,1896-1957) ;y su protagonista, el Príncipe  Fabricio Salina, está inspirado en el bisabuelo del autor, Giulio IV de Lampedusa. La empezó a escribir en 1954, y se publicó un año después de su muerte
El Gatopardo que da nombre a la novela es una figura heráldica: un felino rampante al modo del león que campea en el escudo de la familia. Al fin de la novela, la pobre piel del perro Bendicó parece adoptar la forma del gatopardo:”Hubiera podido verse danzar en el aire un cuadrúpedo de largos bigotes, que con la pata anterior derecha parecía imprecar. Luego todo se apaciguó en un montoncito de polvo ceniciento.”Todo lo que queda es un poco de polvo.
El tema de la novela es la decadencia de la aristocracia siciliana a finales del siglo XIX por el advenimiento de nuevas  formas políticas que promueven la unidad de Italia. La novela tiene como fondo histórico el desembarco de Garibaldi con mil hombres, procedente de Génova, en un puerto siciliano, y la desaparición del último Rey Borbón Francisco II.El sol de Sicilia y su resplandor lo iluminan todo.
Sicilia había tenido desde antiguo desde antiguo reyes extranjeros. Durante mucho tiempo perteneció a la corona española, que envió allí reyes y virreyes. La aristocracia siciliana tenía esta procedencia, y el pueblo, pobre y atrasado, aceptaba lo inevitable.
El Príncipe Salina representa a esta aristocracia tradicional y pasiva ,aunque culta, que posee tierras y palacios polvorientos, que se casan entre ellos, que alternan Nápoles y Palermo con sus residencias campestres, y que desprecia a la nueva burguesía que emerge, como es el caso del Alcalde de Donnafugata, don Caloggero Sedará. Para el Príncipe, lo esencial es que todo cambie  para que todo siga igual.
Pero la nueva generación aristocrática, representada por el sobrino y heredero del príncipe, Tancredi Falconeri, adopta una actitud más pragmática: se une a Garibaldi y se casa con la bellísima  y riquísima Angélica, la hija de Sedará. La escena en que los novios recorren las habitaciones vacías del palacio de Donnafugatta es de antología. Deja así decepcionada a su prima Concetta, hija del Príncipe Salina, que pasados los años cerrará la historia, ya mayor, sola e incapaz de comprender lo que ha sucedido.
Esta novela forma parte de un puñado de obras maestras de la literatura que describen el fin del Antiguo Régimen. Citemos algunas:”Por capricho de Dios” de d’Ormesson (Francia)   “Muerte en Venecia” de Mann (Alemania), “Lo que queda del día “de Ishiguro (Reino Unido), “Crepúsculo” de Henry James (Estados Unidos), “La marcha Radetzky” de Joseph Roth(Austria), “Un mundo que agoniza” de Stephan Zweig (Centroeuropa) “El último encuentro” de Sandor Marai(Hungría)…
La versión cinematográfica del Gatopardo, dirigida por Visconti  en 1963,  es extraordinaria,  y en ella aparecen un inolvidable Burt Lancaster, un jovencísimo Alain Delon y la bella y esplendorosa Claudia Cardinale. No dejeis de revisitarla si os es posible.


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