Es una interesante historia bien escrita-no parece tener base
real-, de un español que hace fortuna en el México de finales del XIX y
principios del XX, trabajando duramente en las minas de plata hasta que
consigue hacerse rico y crear una familia. Hombre hecho a sí mismo, viudo ya y
con sus hijos mayores, disimula su posterior ruina con dinero prestado por un usurero, y,
marcha a Cuba con intención de emprender allí nuevos negocios. Rechaza entrar
en tratos con unos negreros, y finalmente en un golpe de suerte gana al billar
a un hombre que apostó contra su dinero unas propiedades en España. Se trata de una casona, una viña y
una bodega en Jerez de la Frontera. Allí se traslada para tomar posesión de
esas propiedades abandonadas, y allí conoce a una bella mujer casada con la que
vive extraños acontecimientos debidos a antiguos enfrentamientos familiares.
Finalmente renuncia a volver a América y se instala en Jerez con esta dama, ya
viuda, resucitando con pasión el antiguo negocio del vino de Jerez.
La historia está bien contada, con ritmo y elegancia, y bien
documentada en lugares y épocas, aunque no hace especiales referencias históricas.
Los ambientes, tanto los americanos como el español, resultan convincentes y
expresivos, así como los personajes secundarios, bien trazados. Es el personaje
protagonista es que resulta menos interesante, por su falta de empatía, de trasfondo
moral, por su tendencia a la ambigüedad y al engaño, aunque en el asunto de la
esclavitud tiene un comportamiento digno. Sólo la habilidad de la autora en la
utilización del lenguaje y en la creación de escenas y ambientes salva esta
historia carente de grandeza. Desde luego la descripción del negocio y la
comercialización del vino de Jerez resulta francamente interesante.Una de las decepciones que causa esta novela es la inconsecuencia con su título. Cuando uno lee "La templanza· piensa en la virtud cardinal, y entiende que se tratará de cuestiones de gran trasfondo ético.Pero luego resulta que La Templanza es el nombre de la bodega del protagonista.Uno tiene sensación de engaño.
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