Esta es la segunda novela en que Silva toma como protagonista
al sargento Belvilacqua de la Guardia Civil, con la que obtuvo el autor el Premio Nadal el año 2000.Se
desarrolla en tierras castellanas, en el entorno de una Central Nuclear de la
que no se dan datos.
Un ingeniero de la Central es hallado muerto en extrañas
circunstancias. El comienzo está lleno de dudas, de manera que todo conduce a
pensar que pudo ser una muerte natural, y así cerrar el caso. Pero el sargento
Vila es capaz de intuir, meses después, la sutil relación de este caso con otro
asesinato de una mujer cometido muy lejos. Para ello se basa en un dato nimio:
la estatura infrecuente de la mujer asesinada que puede corresponder con la descripción que un
testigo ha hecho de la acompañante del ingeniero. Tirando de este hilo se
descubre un caso intrincado de intereses que implican a la Central Nuclear.
Como es habitual en sus novelas policiacas, Silva adopta un
ritmo más bien lento, minucioso, reflexivo. El lector comparte las dudas y las
certezas de los guardias civiles , sus rasgos personales y los condicionantes
de su trabajo.
Al estar al comienzo de la relación entre el sargento y su
ayudante , la guardia Chamorro. aún no se ha resuelto una cierta tensión sexual
entre ellos. Finalmente el autor la resolverá en una camaradería profesional no
muy convincente. Pero la novela es espléndida, como toda la serie.
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