María Gudín es una joven médico psiquiatra que ha sabido
dedicar un tiempo a la investigación histórica y a la creación novelística. “La
reina sin , nombre” es el comienzo de una saga en la que mezcla historia y
ficción, y se sitúa en la Hispania visigoda del siglo VI dJ.
El trasfondo histórico de la novela muestra la difícil
convivencia entre los godos y los primitivos habitantes de la península, en
especial los de la cornisa cantábrica.
Podría decirse que la lectura de esta novela prepara al
lector para comprender mejor la reacción de estos pueblos-galaicos, cántabros,
astures, vascones-, ante la posterior invasión musulmana, pues ya habían
luchado por su libertad frente a los godos. Tanto más cuanto que el gran
refugio en las montañas astures es el reducto de Ongar, donde dos siglos más
tarde se producirá la batalla de Covadonga.
La protagonista de la novela- la reina sin nombre- desciende
de los godos, pero vive entre los astures, hasta que es llevada como moneda de
cambio a la corte visigoda donde se convertirá en la madre de Recaredo.
En la historia se añade otro elemento mítico: el grial, la
copa misteriosa que será la de la última Cena. Objeto de luchas y robos, se
convierte en el símbolo del paso de las religiones ancestrales- que celebraban
incluso sacrificios humanos para aplacar a dioses terrible- al cristianismo,
dividido en aquél entonces en dos grupos : católicos y arrianos.
La novela acumula en momentos puntuales excesiva información
histórica narrada. Sin embargo, la acción resulta interesante, y la vida de la
protagonista con sus aventuras amores y sucesos trágicos capta el interés del
lector.
En fin “La reina sin nombre” es una novela interesante sobre
una época muy desconocida de nuestra historia.
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