Que un húngaro nacido en la etapa
comunista consiga instalarse en los
Estados Unidos con su familia y hacer fortuna, no es algo extraño. Otros lo han
hecho. Que su hijo vuelva a Europa casado con una norteamericana , se instale
en Italia y se convierta en un exitoso bodeguero en la Toscana, ya es más
difícil, pues implica la integración en formas de cultivo y de trabajo con
siglos de antigüedad y cierto misterio. Ferenc Máté nos cuenta cómo llegó a hacerse
viticultor y bodeguero, dedicando a su proyecto esfuerzo, dinero y mucho amor.
En los últimos años se han
llevado al cine dos películas sobre la Toscana “Bajo el sol de la Toscana” (2003)
de EEUU, y” En un rincón de la Toscana” (2005), inglesa. Junto con las bellezas
de la tierra y el amable carácter de sus habitantes, se mezcla en ellas una
historia romántica, algo almibarada.
No es el caso de esta novela .El
autor es un hombre lleno de iniciativa y entusiasmo. Es aventurero, marino,
montañero, y ¡oh maravilla! tiene un estupendo sentido del humor.La novela
está llena de pequeños rasgos de un humor
alegre, sencillo, contagioso, basado en las costumbres italianas, las meteduras de pata propias y
ajenas, y los rasgos de ingenio de los personajes.
Dice, por ejemplo, un personaje a
su mujer:”Tú podrás descansar tranquila,
y yo podré beber más vino. ¿Beber más que ahora? preguntó Rosanna. Tendrás que
hacerlo dormido.”
Cuando está reconstruyendo las
ruinas que compró, Máté está
entusiasmado con unas vigas antiguas que encontró a buen precio.”Era una viga de tamaño medio, recortada a
mano. Aún podían verse las muescas hechas por el cincel.
¿Qué le parece? Pregunté entusiasmado al albañil.
Perfecto para una chimenea- respondió.
¿Para ponerla sobre la chimenea?
¡No! ¡Dentro de ella!, me espetó, y se alejó rebufando como un toro.”
La búsqueda de una casa, su
completa restauración según modelos tradicionales, el estudio y roturación de
las tierras adyacentes, la plantación de olivos, la selección de las mejores
vides, su plantación, la larga espera de tres años hasta la primera vendimia
hasta lograr un vino excelente y comercializarlo…todo ello es, en resumen el
contenido de este libro, en el que se entremezclan anécdotas de familiares y
amigos, viajes de descanso y de trabajo etc. En resumen, la persecución de un
sueño.
No falta en él la poesía. Cuando
está pensando en la mejor orientación de sus vides, uno de sus obreros le dice:”Sería hermoso ver todas las viñas de cara al
llegar en coche por el camino. Que pasaran una por una, como una espina de
pescado.-Funcionó como un hechizo.”
Cuando por fin, después de tantos
esfuerzos, ve salir de la prensa el primer vino, dice el autor:
“Salieron disparadas las uvas prensadas y cayeron como un chorretón de
sangre, un líquido oscuro que destellaba en la oscuridad.”
A través de la elección de vida
del protagonista aprendemos la lección de la sencillez de vida como factor de
felicidad. Vivir cerca de la tierra, cultivarla, comer y beber sabiamente, cultivar la amistad, amar
la vida y no centrarse en uno mismo constituyen un apetitoso programa al
alcance de quien lo sepa apreciar.
Sin ser una obra literaria
extraordinaria, se trata de un libro muy entretenido, alegre, optimista, una
verdadera lección de esfuerzo perseverante y creativo para lograr que un
proyecto personal se convierta en una hermosa realidad. Y todo narrado con
acierto y agilidad, en capítulos breves muy logrados, consiguiendo un libro
redondo y relajante.
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