lunes, 7 de noviembre de 2011

EL ÁRBOL DE LA VIDA

Habia retrasado el ver esta  comentada película- Palma de Oro en Cannes 2011- porque, ante la división de opiniones de la crítica y de los espectadores, creía que me iba a defraudar; pero por el contrario, reconozco que me ha emocionado y hasta conmocionado. Diría que propiamente no es una película, sino una profunda experiencia vital, moral, religiosa y metafísica. Así que si a alguien le molesta que le interpelen, le saquen de sus casillas, le inviten a pensar y salir de sus límites consabidos, que no vaya a verla. Si lo que quiere es distraerse y evadirse, que no vaya a verla.
Tienen razón todos los que odian “El árbol de la vida”, diciendo que es una película pretenciosa y grandilocuente; los que se salen del cine a la media hora; los que se duermen y bostezan; los que señalan sus fallos.
Y también tienen razón los que salen del cine sacudidos y pensativos, los que no tienen palabras para explicarse, los que pasan varios días repasando en su cabeza lo que han visto y oído, intentando comprender; los que se replantean cosas de su vida, como su relación con la naturaleza y con la gracia.
Es preciso dejar ideas convencionales acerca de narración, escenas, guiones, diálogos, música y acción; aquí no sé si hay cine, pero sí hay una reflexión profunda y efectiva acerca de la vida y de la muerte. Vemos como cada uno es un granito de arena entre millones. Cada hombre, cada mujer, con su dolor, su amor, su vida y su muerte ¿importan a Dios? El que lo ha creado todo ¿se ocupa de sus criaturas?Terrence Malick- guionista y director-, propone una respuesta  a la vez directa y ambigua, una respuesta que abarca desde la creación hasta el paraíso, el reencuentro tras el dolor y la vida. Y lo hace a través de un ejemplo entre millones, una familia americana de padres sinceramente religiosos que buscan respuestas ante la muerte de uno de sus hijos. ¿Por qué el dolor?
La película no es linealmente narrativa, sino sincopada, de escenas breves y significativas mezcladas con imágenes simbólicas de gran belleza e impacto; está llena de metáforas visuales, sobre el fondo de una música plenamente integrada.
Pero la fuerza de las imágenes y de las palabras no es unívoca, admite interpretaciones, lo que exige al espectador un esfuerzo intelectual y cordial. Si no se hace este esfuerzo, la película resulta rara y extravagante, incomprensible y misteriosa. Pero me parece que hay tanta verdad en las imágenes, tanta huída de lo convencional y consabido, que uno da gracias por aquellos artistas capaces de acudir al fondo de verdad que hay en todo ser humano aún no estragado por la mentira en que diariamente nos movemos.
En mi opinión, “El árbol de la vida” es cine de verdad.

4 comentarios:

  1. me has convencido, en cuanto vuelva a España voy a verla.


    rafa

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  2. Película importante aunque sea difícil, porque trata grandes cuestiones de la vida humana: la vida misma, la muerte, el mal en el mundo, el pecado que nace dentro. También en origen y el fin del hombre. Todo ello tratado sin concesiones, con profundidad y con una gran belleza: es el camino para superar la vulgaridad y entrar en el misterio del ser, del hombre en el mundo, de Dios.

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  3. Quizá yo soy de a frívolas superficiales. Me aburrió profundamente, me pareció una mezcla pretenciosa de documental, película intimista de estilo europeo, lento, triste, negativo...en realidad no puedo hacer un juicio completo porque me fui cuando empezaba a ser adolescente el protagonista de la película. Me gusta el cine lento, pero francamente, la película me pareció un bodrio.

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  4. Con tu opinión se demuestra lo que yo decía: que tienen razón los que se salen del cine.Aunque yo sio pensando que es una gran película. Un saludo afectuoso.Magdalena

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