viernes, 23 de mayo de 2014

LAS DOS CARAS DE MARY POPPINS



 

La última película de dibujos de Disney se titula “Frozen” y va de princesas en el hielo. Recibió el Oscar 2014 a la mejor película de animación, y también el Oscar a la mejor canción original, que es la famosa “Let it be” que ustedes habrán oído, en especial si tienen niñas cerca.

Los autores de la canción son el matrimonio López-Anderson, mormones, que en una entrevista a la radio NPR dijeron que “uno de los únicos puntos en Disney en los que tienes que trazar una línea roja es con las cosas religiosas .No puedes poner la palabra Dios en la película.”

Recientemente Disney ha elaborado una interesante película titulada “Saving Mr.Banks”, acerca del complicado proceso de adaptación del libro “Mary Poppins” de Pamela Travers al cine.

 Por lo pronto la autora tardó veinte años en ceder los derechos de autor, y sólo cedió cuando le acució la falta de dinero. Después quiso intervenir en la elaboración del guion junto al equipo de guionistas y músicos de Disney.

 La película relata este proceso, con abundantes flash backs al conflictivo pasado de la autora, australiana enraizada después en el Reino Unido.

Travers se oponía a los cambios en los caracteres, a la introducción de dibujos animados, a la dulcificación de la protagonista, a la selección de actores…

Sin embargo, si nos atenemos al resultado final, la autora perdió la partida, y Disney se llevó el gato al agua. Juzguen ustedes:

El cuento de la señora Travers está formado por 12 capítulos breves. El primero se titula “El viento del este” y cuenta la llegada de la nanny Mary Poppins a la casa de los Banks para cuidar de los niños. El último se llama “El viento del oeste”, y es el de la marcha de la niñera mágica con su inseparable paraguas, ante la pena de los niños y el enfado de la señora Banks por lo súbito de la despedida. Disney añadirá el final feliz de los niños yendo con sus padres a volar la cometa.

Sólo se respetan hasta cierto punto 3 capítulos. El segundo se titula “El día libre “y es el del paseo por el dibujo que el cerillero Bert ha hecho con tizas de colores en el suelo. Los guionistas de Disney añaden aquí los dibujos animados de la granja y los pingüinos, la carrera de caballos, y varias canciones extraordinarias. Pero sobre todo incluyen en el paseo a los niños, cosa que Travers no hacía, como revela el título del capítulo.

También se respeta el capítulo tres “El gas de la risa”, con la anécdota del extravagante tío Albert volando cual astronauta muerto de risa, y acabando acompañado por Mary Poppins y los niños.

También se conserva el capítulo siete “La mujer de los pájaros”, que dará origen al tema del valor del dinero y las escenas del Banco. En el libro de Travers sólo aparece la anciana que da de comer a las palomas en la escalinata de la Catedral de San Pablo. Los músicos de Disney componen para ella la maravillosa música que subraya la escena “Compren, compren, migas de pan”.

De algunos capítulos sólo se salva algún pequeño motivo. Por ejemplo, del cuatro “Andrew y la señorita Alondra”, el perrito que ladra y se entiende con Mary Poppins y Bert. Del octavo, el trío de la madre vieja y las hijas altas a las que Bert dedica unos versos actuando como hombre orquesta. Del noveno “La historia de John y Bárbara”, el pajarito que entra por la ventana y  canta.

Otros capítulos desaparecen por completo, como “La vaca bailarina”, “El martes malo” (genial),”Luna llena” o “Las compras de Navidades”.

Y son totalmente creación de Disney como ya dije lo relativo al Banco del señor Banks, el tema del deshollinador, la militancia feminista de la señora Banks y sus divertidos desfiles, como excusa para sus ausencias.

Pero donde la diferencia entre el cuento de Travers y el film de Disney es más evidente en el personaje de Mary Poppins, lo que al mismo tiempo nos lleva a pensar cómo ha cambiado la forma de tratar a los niños en los últimos años.

Pamela Travers tomó como modelo para la niñera a una tía suya, hermana de su madre, que llegó a su casa durante la última enfermedad del padre de la autora, un hombre aún joven, empleado de banca, bebedor empedernido, soñador e irresponsable. Su mujer viuda se apoyó en su hermana, que puso orden en la casa y educó a sus sobrinos con mano firme.

La Mary Poppins de la señora Travers es, sí, una niñera mágica, pero tiene un físico austero, no sonríe casi nunca, no da explicaciones y quiere ser obedecida al instante. Amenaza con pequeños castigos, y tiene y un rígido orden de valores en el que integra con naturalidad las excentricidades de su condición mágica, y jamás pierde la compostura. Se hace francamente antipática, a pesar de que suba las escaleras por la barandilla o saque de su bolsa toda clase de cosas.

Disney suavizó a Mary Poppins, especialmente al elegir a la encantadora Julie Andrews para encarnarla. La actriz le quita aristas, sonríe, y trata a los niños con cariñosa firmeza. Entendemos que los adultos la aprecien y los niños la adoren, cosa que en el libro resulta difícil de entender.

“Saving Mr Banks” parece querer saldar cuentas con dos padres: el de la autora y el de Walt Disney. Si es así, la mayor parte del trabajo la hizo Disney con sus guionistas, pues la señora Travers apenas atiende al personaje convencional de Mr.Banks.Y en conjunto, la imagen que queda de Mary Poppins es la amble que le prestó Disney.

Y en esta película que fomenta los buenos sentimientos, tampoco se nombra a Dios. No digo que sea imprescindible hacerlo, simplemente, lo constato.

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